Muebles de estilo industrial de los años 20 y 30
El estilo industrial ha vuelto a la palestra en las últimas décadas y sigue siendo popular hoy en día. Su aspecto distintivo es impresionante y original. Las superficies desgastadas, los suelos de hormigón desnudo, los muebles desgastados y las lámparas de techo desprenden un aire informal y rústico con un sabor único. Su belleza reside en las historias que cuentan y que implican sus imperfecciones.
De todos los periodos de diseño de mobiliario industrial, los años 20 y 30 destacan y llaman mucho la atención por su originalidad, alta funcionalidad y durabilidad. Este periodo marca el inicio de la integración del diseño industrial en los espacios públicos y las viviendas. El confort y la estética comenzaron a considerarse e integrarse junto a la practicidad y las formas limpias. Las sillas y sillones de tubo de acero, como las sillas de parque del Jardín de Luxemburgo, tienen curvas más suaves. Los taburetes "Nicolle" siguen siendo muy populares desde que se fabricaron por primera vez en 1933. Por su parte, la clásica silla Mullica "510" de madera y acero, apilable, ligera y práctica, se ha convertido en un elemento básico en escuelas y otros lugares públicos, así como en grandes comedores. Mientras tanto, las opciones de iluminación de principios del siglo XX eléctrico vieron la llegada de las bombillas de cristal y las pantallas de estaño. Entre las piezas clásicas de esta época se encuentran la Gras de Bernard-Albin, la madre de todas las lámparas metálicas articuladas, o la famosa lámpara de mesa Anglepoise de Geogre Carwardine, muy popular en estudios y fábricas.
Para conseguir este aspecto auténtico, hay que tener en cuenta varios elementos y personalizarlos para llevar el estilo con confianza.
Un espacio vital lleno de carácter e interés
CONSEJOS Y TRUCOS
1. Planta abierta
El estilo industrial chic aprovecha los antiguos edificios industriales, las fábricas y los almacenes con grandes espacios abiertos que dan a este estilo su icónico espacio aireado sin apenas estructura definida. Esto es típicamente cierto si se piensa en los pisos tipo loft, donde todo se fusiona en un solo espacio habitable con poca o ninguna estructura interna. Para evitar el desorden es importante separar las áreas para diferentes propósitos, la sala de estar del comedor, la cocina del dormitorio, un seccional a menudo se puede utilizar para ayudar a crear barreras internas para cada área.
Un biombo puede sugerir la sustitución de una pared para proporcionar más intimidad en el dormitorio, una alfombra junto a la encimera de la cocina significa el lugar del hogar y el calor, una estantería alta que puede servir tanto para exponer libros y adornos como para dividir una oficina en casa. Un gran sofá contra la pared ocupado por una gran obra de arte o lleno de marcos puede ser una señal visual de un espacio social propicio para reunirse y relajarse. La colocación estratégica de diferentes tipos de suelo (baldosas, suelos de madera, cemento, etc.) es otro método para indicar las diferentes zonas.
2. Elementos arquitectónicos expuestos
Una vez desalojados los edificios industriales, se dejaron restos como paredes de ladrillo, tuberías, vigas y conductos de humos sin integrarlos ni ocultarlos, tanto por motivos económicos como logísticos. Una vez rescatados, en lugar de tapados, estos elementos característicos del estilo fueron ampliamente adoptados y celebrados por su aspecto único e indómito en comparación con otros estilos más pulidos. Inicialmente un elemento arquitectónico, se ha convertido en una parte integral del diseño de interiores industriales que tiene en cuenta el deseo de reservar el uso original del espacio. Los cálidos colores naranja y rojo de los ladrillos, el confort natural de la madera vieja y los elementos metálicos oxidados pero funcionales lo convierten en un fondo perfecto para la colocación de muebles.
3. Materias primas y auténticas
Una buena paleta de neutros que se inclina hacia los tonos más oscuros, como los negros y los grises, es una opción habitual para conseguir una sensación carismática, masculina y dramática, mientras que los neutros cálidos que consisten en marrones y tostados de la madera y el cuero son una nota acogedora para suavizar las asperezas. Los colores de acento, como los tonos joya del verde bosque intenso o el naranja quemado, pueden alegrar el espacio. Los puntos rojos y amarillos aquí y allá evitarán que el espacio parezca uniforme y aburrido. Los blancos en el estilo industrial se seleccionan con cuidado, a menudo ya expuestos en la estructura de la habitación o introducidos con precaución.
4. Colores neutros
Los detalles son tan importantes como la impresión general. Tanto si se trata de patrones en forma de sol o de espiral, de patas de mesa cónicas o de incrustaciones de marfil, de marquetería floral o de vidrio decorativo tintado, elija los que le hablen a su corazón. Los elementos más pequeños pueden ser el mejor escaparate de la personalidad.
Un espacio sólo está bien diseñado si se puede vivir bien en él. Así que elige elementos que satisfagan tus necesidades diarias pero que también encarnen tu carácter.
5. Recuperado, reutilizado, reciclado, reformado
El estilo industrial tiene fama de valorar la historia antigua de las cosas. Las piezas que se eligen suelen encontrarse en mercadillos y ventas de garaje o recuperarse del desván de la casa familiar. Sin embargo, ten cuidado de no convertir tu casa en un museo de chucherías. Reduzca al mínimo los objetos no esenciales de la casa y limite los accesorios que exhibe.
Aunque el estilo industrial suele referirse a los lofts urbanos, en realidad es muy flexible y adaptable para incorporarlo a la mayoría de los espacios vitales y darles un aspecto carismático sin tener que cambiar toda la decoración. Funciona bien con los estilos rústico moderno y bohemio y, con creatividad, puede combinarse con la decoración vintage o incluso con los muebles modernos de mediados de siglo.